jueves, 24 de febrero de 2011

TOC, TOC


Sé que estás ahí,
en el rellano.
El trecho ha sido largo
pero tus pasos acortan las distancias.

Aguardo aquí, tras la mirilla dorada,
y sé -a ciencia cierta-, que
golpearás la madera blanca:
los nudillos tranquilos rozarán
con dulzura el otro lado.
Me impacienta tu llamada.

Pero sé también
que si salgo a tu encuentro,
por tus brazos ávida,
no hallaré ni tu sombra, ni tu rastro:
de ese modo se espantan.

Seré franca: bien sé
que es prudente
esperar cómoda junto a esta llama,
serena, sin más calma,
que la calma de aguardarte,
sabiendo que te acercas;
que si hay Dios
ha escrito el sino en nuestra cama.

Quizá, no sé, tú me esperes
bajo un sol de madrugada,
de ésos que a mí me gustan:
los de música y página ajada.

O quizá prefieras
aguardarme entre las mantas,
pobladas de fantasmas y almohadas,
de brochas y pinceladas.

Lo que sí sé, -seré franca-,
es que te escondes entre desvelos
y cometas
de ilusiones fugaces, y esperas,
a que el tiempo te levante
y camines hasta mi entrada.

Sólo tú eres mi yo:
mi medio limón
de dulzura amarga.

***



miércoles, 23 de febrero de 2011

REFLEXIÓN EN PUNTOS SUSPENSIVOS

Me cuesta comprender tu mirada perdida, tu gesto de complacencia, tu sonrisa y tus extrañas ganas de vivir.
Me cuestan los primeros rayos del sol de la primavera si no son a tu lado, me cuestan los besos e incluso los abrazos.
Me cuesta descubrir la inocencia, el deseo de pasión, de habitaciones compartidas o la armonía poética de los sueños.
Me cuesta este invierno que se esfuma, estas ganas de regalar sonrisas y compartir noches bajo las estrellas.

Pero aún así, en mi dulce rutina, corro, sueño y destilo con paciencia sueños y melancolías.



La motivación es lo que te hace empezar.
El hábito lo que te hace continuar.

(Jim Ryun)

lunes, 21 de febrero de 2011

DAGUERROTIPO


No sé cuánto durará este lastre
asido entre mis venas,
ni si la sangre correrá libre
el día que el acero falte.

Será una mañana en la que el sol luzca,
y los gorriones susurren
que es el momento
de sentir sin que duelo produzca.

Mientras tanto seguiré mirando esquiva
a las memorias que se arrastran
y me lanzan púas con su instantánea,
instándome a ser altiva.

¡Pesa tanto y es tedioso
tirar de esta placa
con tan permanente imagen
sin precipitarse a un hondo foso!

***

lunes, 7 de febrero de 2011

SONETO A UN LIMBO DE CARTÓN


Sacudidos se encuentran los cimientos
de lo que ayer fue nuestra frágil casa.
El resquebrajo sonó hondo y sin pausa,
en la frígida noche de este invierno.

Nunca creí en las proféticas danzas
que auguraban el fin de este letargo;
musitaban que se gestaba algo:
muros caerían donde no se alzan.

Cómo pensar que tan reluciente atrezzo,
-¡de veintidós funciones orquestadas!-
era de su ausencia un vano reflejo.

Una vez la marioneta quebrada,
acaso restaba un desecho viejo
de lo que lució unión incuestionada.

***